La selección del roster final

Entrando ya en la última semana de los entrenamientos primaverales todavía nos faltan unas cuantas interrogantes por contestar.

El roster de 25 jugadores para la temporada estará compuesto de 12 lanzadores y 13 jugadores de posición.

La rotación de cinco abridores se mantendrá tal y como la planeamos desde un principio con Johnson, Nolasco, el boricua Vázquez, Sánchez y Volstad.

En el bullpen tenemos que tomar decisiones difíciles ya que contamos esta temporada con buenos brazos jóvenes y potentes. En total tendremos 7 relevistas, dos de ellos zurdos.

De los 13 jugadores de posición se encuentran 2 receptores, 5 jugadores del cuadro, 4 guardabosques y dos ‘súper reemplazos’. Estos dos últimos tienen la habilidad de jugar tanto en el cuadro interior como en los bosques.

Todo el proceso de escoger estos últimos 25 jugadores tuvo sus inicios en la ‘temporada muerta’ realizando cambios y firmando agentes libres y terminará unos pocos días antes de comenzar la temporada el primero de abril.

Muchos elementos se toman en consideración para la configuración de un equipo.
Se comienza con lo obvio que es la habilidad del jugador para jugar el juego. Luego se busca si ese tipo de jugador va en acorde con la estrategia y filosofía de juego que el equipo quiere implantar. Por último se decide si el equipo puede sufragar las demandas salariales del jugador.

Es en este último elemento que recae la creatividad de la gerencia para configurar un equipo competitivo con las limitaciones económicas del equipo.

Existen equipos que se encuentran en los llamados ‘mercados grandes’ y otros en ‘mercados pequeños’.

El elemento común en ambos mercados es la habilidad que tienen las organizaciones para generar ingresos. Los ‘mercados grandes’ generan mayor ingreso y la inversa con los ‘mercados pequeños’.

Algunas fuentes de ingresos de estos equipos son los derechos de radio, televisión, licencias de productos, estacionamiento, ventas de concesionarios, taquillas, entre otros.

Otras fuentes de ingresos son más técnicas como la distribución de la ‘contribución de lujo’, ‘ganancias compartidas’, etc.

La nómina de los equipo fluctúa entre los $35 millones hasta $206 millones. Es por esto que los equipos con menos ingresos tienen que practicar la creatividad para poner un equipo competitivo en el terreno. El margen de error para estos equipos es bien estrecho.

Algunos equipos antes de comenzar la temporada ya tienen asegurados ingresos entre los $75 y $250 millones, gracias a las ganancias compartidas y otros.

Sin embargo el computar las ganancias anuales de los equipos conlleva una ecuación mucho más complicada que sumar ingresos y restar la nómina. Las organizaciones tienen mucho más gastos operacionales de lo que ustedes se imaginan.

Cada organización tiene por lo menos 6 equipos de ligas menores que tienen que financiar. Al igual que tienen gastos en el departamento de scouting, que incluyen los bonos que le dan a los jugadores nuevos que firman con el equipo.

En el 2010 las organizaciones invirtieron de un 78 a un 94 por ciento de sus ingresos en gastos operacionales. No está mal para una industria que el pasado año generó cerca de $7 BILLONES de dólares.

Sería interesante ver cuáles de las estrategias de operación de las grandes ligas pudiera imitar a pequeña escala nuestra liga de béisbol profesional.

El elemento esencial que sirve como base para toda la estrategia operacional de la Major League Baseball es el presentar un buen espectáculo al fanático. Estoy seguro que sería un buen punto de partida para la PRBL.

¿Alguien menciono creatividad?